15 razones por las que no debes hacer dietas de moda

Siempre hay dietas de moda que nos proponen para bajar de peso y obtener ese resultado que tanto deseamos, nos hacen soñar con un cuerpo delgado y nos prometen conseguirlo en muy poco tiempo, por lo que realmente suenan atractivas. ¿Pero será esa la realidad?

Hoy en día vivimos tan acelerados que pensamos que todo lo que hacemos debería darnos resultados de inmediato, y es por eso que una de las estrategias con las cuales se trata de captar la atención de la audiencia es a través del tiempo. Si es algo que puedo obtener rápido y sin mucho esfuerzo vale la pena…eso es lo que comúnmente se suele pensar.

Lo que debemos preguntarnos es hasta donde estamos dispuestos a llegar, sabiendo que este sistema puede afectar a nuestra salud.

Estamos constantemente bajo la influencia de los medios sociales que nos invitan a acceder a ciertos retos para bajar de peso o nos impulsan a realizar ciertas dietas tomando como referencia personas famosas y haciéndonos creer que nosotros también luciremos de esa forma y lo que crean es una falsa expectativa de la realidad.

¿Por qué las dietas de moda no funcionan?

Simplemente porque no toman en cuenta los parámetros individuales de cada persona, su estado de salud y su estilo de vida.

Para realizar un plan nutricional es necesario conocer la historia clínica del paciente y todo lo que esté relacionado con sus hábitos de vida, ya que las dietas deben estar diseñadas respetando los requerimientos personales de cada individuo.

Frente a la decisión de someterse a un régimen nutricional, deben seguirse criterios racionales que no pongan en riesgo nuestra integridad física y psicológica.

Cualquier estrategia nutricional que se decida adoptar, debe estar respaldada por un profesional en la materia. La idea no es perder peso exponiendo a nuestro cuerpo a un desequilibrio nutricional sino la de aprender a incorporar alimentos saludables en nuestra dieta y eliminar aquellos que realmente nos afectan.

Les recuerdo que los alimentos de por si no son nuestros enemigos, pero si pueden ser perjudiciales para nuestra salud todos aquellos productos procesados, con aditivos químicos, conservantes, ricos en azucares y grasas saturadas.

Motivos por los que deberíamos rechazar estas dietas de moda

• Son muy restrictivas, muchas veces incluyen pocos alimentos y eliminan macronutrientes esenciales para nuestro organismo, casi siempre carbohidratos y grasas saludables, lo cual conlleva a importantes carencias nutricionales.

• Son difíciles de mantener en el tiempo ya que suelen ser monótonas y nuestro cuerpo se resiste a esos regímenes tan reducidos en la ingesta de alimentos.
• Están enfocadas en los alimentos y no en todo el resto de factores que influyen sobre nuestro peso corporal como son el ejercicio físico, el nivel de estrés que manejamos y el descanso.
• No toman en cuenta el estado de salud de la persona
• Desplazan nuestra atención sobre el peso ideal que en realidad no existe, y no consideran el mejoramiento de la composición corporal.

• Causan adaptación metabólica, es decir que el metabolismo se acostumbra a funcionar con una entrada energética limitada y esto ocasiona resistencia en la pérdida de peso prolongada y de allí deriva el fenómeno del estancamiento.
• Las carencias nutricionales que derivan de estas dietas, repercuten gravemente sobre nuestro organismo comprometiendo el correcto funcionamiento de nuestro metabolismo, involucrando la salud intestinal y suprimiendo la labor de nuestro sistema inmune.
• Tomando en cuenta que limitamos a nuestro cuerpo de valiosos nutrientes, es probable que presentemos ciertos síntomas como: fatiga, falta de concentración, cansancio, mareos, náuseas, problemas con el sueño, entre otros.

• Con ellas no solo perdemos grasa sino también parte de la masa muscular que es un tejido metabólicamente activo que nos permite quemar calorías aun estando en reposo.
• No vienen acompañadas de una orientación profesional
• No aportan ninguna enseñanza sobre cómo debemos relacionarnos con los alimentos y cuáles deberían ser nuestros nuevos hábitos saludables en el tiempo
• Pueden afectar la salud psicológica y generar comportamientos obsesivos ante la comida, hasta desarrollar verdaderos trastornos alimenticios.
• Condicionan nuestro estado emocional, nos llevan a experimentar episodios de tristeza, depresión, e irritabilidad. Esto es debido por una parte a la presión que sentimos por hacerlas a la perfección, por otro lado la falta de nutrientes es tal que desequilibra nuestro campo energético y nos hace más vulnerables ante los cambios de humor.

• Nos alejan de la vida social porque comenzamos a cuestionarnos y a sentirnos en culpa si comemos algo diferente, sin saber que en realidad nuestro cuerpo no los pide a gritos. ´
• Generan ansiedad porque al ser dietas desequilibradas en cuanto a su contenido nutricional, nuestro cuerpo exigirá ser compensado y por lo general la persona orienta estas necesidades sobre alimentos densos en calorías.

Como pueden ver, son muchas las razones por las cuales debemos de alejarnos de este tipo de dietas que carecen de fundamento profesional. Quizás al principio se vean cambios debido a la reducción de la ingesta calórica, pero todo lo que eso conlleva en el proceso y a largo plazo se reflejara nuevamente en su cuerpo físico a través de malestares y situaciones que comprometerán su salud. Así que seamos más conscientes y tomemos decisiones inteligentes. Mejor un proceso más lento pero seguro que un resultado inmediato que sacrifica nuestro bienestar.

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