¿Comer mal los fines de semana afecta tu dieta?

De seguro te habrás preguntado si comer mal los fines de semana afecta tu dieta y la respuesta es depende de los casos.

Si a lo largo de nuestra vida nos hemos encargado de cultivar hábitos alimenticios poco saludables bien sea por la elección de las comidas, porciones, ritmos irregulares de comer, etc. y decidimos dar un cambio a esta realidad, lo ideal es comenzar una dieta que nos oriente a alimentarnos mejor, incluyendo nutrientes, moderando las porciones y enseñándonos a respetar la distribución de las comidas de forma regular y equilibrada.

En estos casos nuestro metabolismo requerirá de un tiempo de adaptación, lo cual puede ocasionar cierta resistencia al principio y acompañarse con crisis de ansiedad, por lo que utilizar los fines de semana como días de escape a la dieta no sería beneficioso, ya que no le daríamos la oportunidad a nuestro metabolismo de aportar los primeros cambios y de superar esa fase de inestabilidad momentánea.

Además que debemos considerar que con mucha probabilidad esas salidas se convertirían en verdaderos atracones de comida ,que definitivamente irían a interferir con nuestro plan de alimentación.

En el caso de que ya tengamos una alimentación estable y saludable y simplemente tengamos ganas de comer algo diferente, esto se puede hacer siempre y cuando seleccionemos un solo día, una sola comida y controlemos las porciones. Si no se realiza ningún tipo de actividad física, recomiendo que esas salidas no sean todos los fines de semana, quizás cada 2 o 3 semanas y se puede elegir una comida densa en calorías (pizza o helado o pastel o pasta) por citar algunas opciones o también apuntar hacia platillos con ingredientes saludables y comer un poco más de la cuenta.

Si pertenecemos a ese grupo de personas que sigue un régimen estricto de alimentación acompañado de una rutina de entrenamiento intensa, es fundamental respetar los requerimientos nutricionales y potenciar el trabajo metabólico con comidas más densas a nivel calórico, también se puede optar por aumentar las cantidades de algunos macronutrientes si buscamos una ingesta más limpia (cosa que yo recomiendo), ya que por motivos de salud no se puede permanecer siempre bajo dietas hipocalóricas.

¿Qué hay detrás de esos atracones poco saludables de los fines de semana?

Cuando hablamos de atracones es porque nos excedemos en las cantidades y recurrimos a un verdadero abuso de comida y por ende de calorías. Los mejores días suelen ser los fines de semana o inclusive muchas personas comienzan desde el viernes a tomar alcohol e ingerir comida chatarra, pero esto puede conducirnos hacia un camino poco favorable para nuestra salud.

Los atracones muy frecuentes de comida procesada inciden sobre la salud intestinal. El intestino se compone de 10 billones de células microbianas las cuales constituyen un verdadero ecosistema conocido con el nombre de Microbiota y el cual influye tanto en la absorción de nutrientes como en el funcionamiento del metabolismo y eficiencia del sistema inmune.

Existen estudios que confirman que bastan dos días continuos y frecuentes en el tiempo de exposición a la mala comida para cambiar la composición de la microbiota intestinal y esto trae como consecuencia afecciones gastrointestinales como enfermedad inflamatoria intestinal, intestino permeable y obesidad.

Se dice que el intestino es nuestro segundo cerebro y que trabaja de forma autónoma porque está constituido por una extensa red de células neuronales y un 70% de células del sistema inmunológico, cosa que ya nos da a entender su complejidad en cuanto a funcionamiento e importancia sobre nuestro estado de salud.

También es oportuno considerar el impacto emocional que estos atracones representan y es por ello que se debe evaluar que hay detrás de este panorama, si es solo un antojo esporádico o existe otra motivación.

Es fácil querer sabotear una dieta sobre todo si hemos mantenido una mala alimentación por mucho tiempo, pero atención porque pudiesen esconderse situaciones que van más allá de una simple ansiedad.

Debemos reconocer si se trata de una conducta fuera de control

Si se busca un escape ante un problema

Si se recurre a un atracón de comida por el aburrimiento momentáneo que estamos viviendo

Si se está verificando porque hemos estado bajo un régimen hipocalórico por largo tiempo

Otro motivo puede ser el de llenar un vacío emocional o tener demasiado estrés.

Hablar de emociones significa conectarnos con lo que sentimos y la pregunta es, ¿Cómo te hace sentir todo esto? Hay quienes sienten enojo, verguenza, culpa y es aquí donde nos damos cuenta que hay un problema de conducta alimenticia.

En estos casos es importante recurrir a un profesional que pueda orientarnos sobre cómo mejorar ese comportamiento y relación con la comida.

Como pueden notar hay muchas cosas que se deben de tomar en cuenta y ponderar a la hora de querer comer algo poco saludable. No se trata de prohibiciones, pero sí de limitaciones en cuanto al abuso y relación que podamos establecer con este tipo de comidas que son vacías desde un punto de vista nutricional. A la hora de querer cambiar nuestros hábitos alimenticios es importante tener claro que lo hacemos para mejorar nuestras condiciones de salud y un verdadero cambio debe estar acompañado por la fortaleza tanto a nivel psicológico como emocional para permitirnos manejar el proceso de la manera más tranquila posible.

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