La Anemia se puede revertir a través de la dieta
La deficiencia de hierro es la causa más frecuente de anemia, pero su curación no depende únicamente de la suplementación sino de una buena alimentación.
Los nutrientes que mayormente se necesitan para tonificar y reforzar la sangre son el hierro, el ácido fólico y la vitamina B12.
La medula ósea necesita el hierro para producir hemoglobina, la cual es indispensable para los glóbulos rojos ya que ellos tienen la función de transportar el oxígeno por todo el cuerpo.
Factores de riesgo de la anemia
Una dieta que carece de vitamina B12, hierro y ácido fólico
La menstruación, porque con la pérdida de sangre tenemos también una reducción de la cantidad de hierro. Esta fase es muy importante porque a través de la duración, características del sangrado, aparición de dolor premenstrual y la asociación a otros malestares, puede revelarnos las condiciones en que se encuentra nuestra sangre y por ende nuestro estado de salud.
El embarazo ya que el bebe cubre su necesidad de hierro tomando su parte antes de que la madre disponga de la suya. Si se padece de anemia en los dos primeros trimestres de embarazo, esto aumenta el riesgo de tener un parto prematuro o de gestar un bebe con bajo peso. Por eso es fundamental la temprana suplementación.
Trastorno intestinal ya que afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado como es en el caso de una enfermedad celiaca o enfermedad de Crohn
Afecciones crónicas como insuficiencia renal, diabetes, cáncer ya que se verifica una escasez de glóbulos rojos
El consumo de ciertos medicamentos cuyas sustancias químicas favorecen la destrucción de los glóbulos rojos y entre ellos encontramos la cefalosporina que es un tipo de antibiótico, y la penicilina
Por los factores de riesgos es evidente que las mujeres estén mayormente predispuestas a este tipo de problemática
Síntomas de la anemia
En la medicina tradicional china se habla de xue que nosotros conocemos como sangre, y la cual nutre e hidrata el organismo. Esto nos permite entender la importancia que asume y como ciertos problemas de salud como el insomnio, los dolores musculares, los vértigos o mareos, se asocian a una sangre energéticamente pobre.
Si consideramos el cerebro, este necesita ser alimentado y si hay una carencia de sangre, es probable que tengamos problemas de concentración, dificultad en recordar las cosas, sensación de vacío y perdida del equilibrio, además que nos sentiremos con mucha fatiga y esto nos pondrá en una condición de lentitud al realizar nuestras actividades.
Otros síntomas son la palidez, extremidades frías, uñas y cabello quebradizo.
La sangre está sujeta a numerosos desequilibrios que son la resultante de un estilo de vida inadecuado, acelerado, con mucha actividad física, mala alimentación, escasa hidratación y poco descanso. Todas estas condiciones afectan la calidad de nuestra sangre, por lo tanto es necesario tomar consciencia y comenzar a efectuar cambios que nos ayuden a recobrar vitalidad y salud.
La anemia y la dieta
Esta condición puede revertirse a través de los hábitos alimenticios y un mejoramiento del estilo de vida.
En cuanto a la dieta, buenas fuentes de hierro están distribuidas en distintos alimentos vegetales como legumbres, verduras, granos, semillas, frutos secos y algas.
Para facilitar al máximo la asimilación del hierro es importante evitar alimentos que impidan su absorción como pueden ser la leche de vaca o alimentos muy ricos en salvado, que al contener grandes cantidades de ácido fitico, pueden bloquear la absorción de este mineral.
También es necesario incorporar vitaminas del complejo D o la vitamina C justamente para facilitar la correcta absorción de este mineral.
Es recomendable el consumo regular de pescado, especialmente en combinación con vegetales frescos ricos en vitamina C, la inclusión de las algas en nuestra dieta también es importante ya que son ricas en hierro, en particular las microalgas como la espirulina, wakame, hiziki, entre otras.
Las algas son una excelente opción tanto en personas con dificultades de absorción de hierro o que tienen grandes pérdidas por ejemplo a raíz de menstruaciones abundantes. Cuando se intenta subir el hierro, tomar estas algas a la hora de cocinar los cereales, ayuda a su absorción.
El ácido fólico es necesario en estos casos y se encuentra tanto en las microalgas como en los germinados, hojas verdes y alimentos ricos en clorofila, siempre y cuando estén ligeramente cocinados con técnicas al vapor o salteados sino también crudos.
La alfalfa es un excelente alimento rico en hierro y la podemos encontrar en el mercado tanto en planta como germinada y como suplemento en polvo, tabletas o capsulas y es un alimento sumamente nutritivo que ayuda a tonificar la sangre.
Otros alimentos que nos pueden interesar son el brócoli, las cerezas, espinacas, los garbanzos, las lentejas, la avena, el miso que pudiésemos incorporar en nuestras comidas.
Las personas veganas deben prestar particular atención a este tipo de afección, ya que por no consumir carnes son más propensas a sufrir de carencias nutricionales como la falta de vitamina B12 que como les explique también es fundamental para mantener en buen estado nuestra sangre. En estos casos será favorable la suplementación con dicha vitamina para cubrir las necesidades propias de cada persona.
Dicho esto, la alimentación se demuestra una vez más nuestra aliada a la hora de prevenir y revertir patologías. Por eso el alimento es la mejor medicina natural y nuestro estilo de vida determina el estado de salud que tenemos.
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