¿Cómo cuidar tus pensamientos y emociones?

Al igual que nos preocupamos y cuidamos nuestro cuerpo físico, también es importante cuidar de nuestros pensamientos y emociones ya que son pilares básicos que aseguran nuestro bienestar.

Los pensamientos y las emociones están íntimamente relacionados con nuestra identidad, representan ese recorrido de experiencias acumuladas, de cosas escuchadas a lo largo del tiempo y que nos permiten darle una percepción personal a la vida. Prácticamente en base a lo que pensamos somos capaces de crear nuestro mundo.  

Los Pensamientos y las Emociones

Los pensamientos alimentan nuestras emociones y estas tienen la capacidad de alojarse en nuestro cuerpo físico, convirtiéndose en fieles compañeras de vida. Dicho esto, se podrán imaginar que sucede cuando nosotros cultivamos pensamientos negativos, pobres y dañinos, la respuesta emocional que obtendremos podrá ser devastadora si se contienen por mucho tiempo en nuestro cuerpo. De hecho, esto nos da a entender que los pensamientos pueden considerarse anti nutrientes que poco a poco nos van desequilibrando, nos restan energía y nos convierten en personas inflexibles.

Un ejemplo bastante común se puede observar en todas aquellas personas que viven teniendo un problema de distención abdominal, algo molesto desde un punto de vista estético pero también incomodo debido a la inflamación del área interesada, a veces se suele confundir esta manifestación con gordura, retención de líquidos, mala digestión aun no habiendo ingerido alimentos, pero resulta que este es un problema ocasionado por la ansiedad, la cual pocas veces viene reconocida pero que  está allí presente, simplemente una emoción acumulada no necesariamente por una situación actual sino quizás retenida en el tiempo por algún problema irresuelto. Esto es lo que sucede con cualquier emoción, que sin darnos cuenta va tomando poder allí donde se aloja y luego se manifiesta a través de algún síntoma.

Fisiológicamente cada pensamiento genera a nivel cerebral la liberación de neurotransmisores y hormonas (adrenalina, noradrenalina, dopamina, cortisol) cuyo efecto en el organismo es el de desencadenar una respuesta que será más o menos beneficiosa según el tipo de sustancia liberada.

Sabiendo que los pensamientos condicionan nuestras emociones entonces queda claro que, cambiando nuestra forma de pensar, estaremos cambiando nuestra forma de sentir.

Enfocarnos en el pensamiento positivo no significa escaparnos de nuestra realidad, sino que es una forma de promover la motivación personal, de reconocer nuestros logros, impulsar nuestra autoestima, y de construir una base sólida y creíble para obtener ese éxito que tanto anhelamos.

Una de las cosas que se persigue en la vida es el reconocimiento por parte del otro, necesitamos fama, popularidad, ser aceptados en la sociedad y estamos dispuestos a callar nuestras ideas simplemente por pertenecer a un grupo, abandonando nuestra identidad, renunciando a nuestra esencia aun sintiéndonos incomodos por ir en contra de nuestros principios.

Este tipo de comportamiento ha desacreditado nuestros valores, nos ha llevado a esconder, ocultar y padecer desordenes emocionales porque hay que mostrarse fuerte ante el mundo y sentir muchas veces no está permitido. Les comparto todo esto porque detrás de cada conducta existe una red de pensamientos que necesitan ser escuchados y ya es hora de afrontarlos y aceptarlos con madurez. 

Efectos que causan los Pensamientos Negativos

El verdadero problema de estos pensamientos es que a la larga se vuelven convicciones que nos impiden avanzar en la vida con seguridad y determinación.

La tendencia a desacreditar tus logros, a pensar que todo lo que obtienes es por pura suerte y no por tus acciones, reducirá tu nivel de autoestima y esto va a desencadenar una actitud de no merecimiento ante las cosas que te sucedan, perderás el entusiasmo y el valor para ejecutar tus metas.

Los pensamientos negativos causan estrés y ansiedad, nos quitan el sueño y nos colocan frente a un torbellino de suposiciones y fantasías que simplemente perjudican nuestra existencia.

La depresión es otra de las consecuencias evidentes cuando creamos ese mundo oscuro en nuestra mente.

Se genera una desconexión con nuestro entorno, comenzamos a alejarnos porque dedicamos la mayor parte del tiempo a esos pensamientos que nos restan energía.

Una de las razones por las cuales nacen los trastornos alimenticios es justamente la de llenarnos de inseguridades, miedos, pensamientos que nos afligen y persisten hasta volverse obsesivos.

Las relaciones con los demás sobre todo con los componentes de la familia y personas cercanas comienzan a tornarse conflictivas porque es común el rechazo de las opiniones ajenas, no se acepta la realidad, estamos frente a una constante negación del problema.

Tratamiento para equilibrar nuestros Pensamientos y Emociones

Lo primero que debemos hacer es identificar nuestros pensamientos y aceptarlos

Una vez que los hayas identificado y traído a tu memoria simplemente escríbelos, ya que al traerlos a tu presente y haciéndolos visibles, será más fácil trabajarlos y estarás contribuyendo a vaciar tu mente.

Redirecciona cada pensamiento de forma consciente dándole otra connotación. Por ejemplo, si piensas que estas gordo y no te gusta cómo te queda tu ropa, ocúpate del problema y piensa que ya estás haciendo algo para resolver esa preocupación.

Puedes optar por una estrategia de distracción, es decir, si al verte al espejo inmediatamente tus ojos están atraídos por esa parte de tu cuerpo que no te gusta, dirige tu mirada hacia eso que sabes que te hace especial y hermosa y mientras tanto comienza a ejecutar cambios en tu estilo de vida que te ayuden a mejorar y a subir tu autoestima.

Tener una actitud de victimismo ante la vida nos coloca en un plano muy bajo de amor propio, en esos casos es aconsejable aterrizar en nuestro presente y enfocar la atención en todo lo que se ha logrado a lo largo de la trayectoria de vida, muchas veces perdemos de vista lo que tenemos porque nos ahogamos en las carencias.

Algo que ayuda mucho a romper con esos pensamientos constantes es salir, despejarnos, tomar aire y recargarnos con la energía de la luz solar, de la madre tierra. De hecho, yo aconsejo hacer conexiones a pies descalzos con la grama o arena ya que eso nos estabiliza y nos hace recobrar consciencia de nuestro ser.

Meditar es una herramienta de compenetración con nuestro yo interior, es permanecer en silencio para escuchar todo lo que fluye en nuestra mente y corazón. Esto es altamente nutritivo para desintoxicarnos de lo que nos aflige y también aumenta nuestra capacidad de autoconocimiento.

Las terapias con flores de Bach son maravillosas para tratar emociones y patrones de conducta, por lo que trabajar con la energía de las flores representa un tratamiento muy sanador y purificador para nuestra alma, la cual necesita tonificar su esencia y retomar fuerza.

A través de este articulo he querido demostrarles como nuestros pensamientos y emociones son capaces de influir en nuestra calidad de vida y percepción del mundo que nos rodea, por ello considero fundamental cuidar de ellos con amor y aceptación. Les recuerdo que los pensamientos negativos representan una verdadera lesión emocional que puede afectar a varias áreas de tu vida. Así que ya es hora de tomar consciencia y afrontar eso que tanto nos duele pero que necesitamos liberar.  

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