Hábitos

¿Sufres de Insomnio?: conoce sus causas, consecuencias y tratamiento

El insomnio es un trastorno del sueño que consiste en la dificultad o incapacidad para dormir, lo cual condiciona notablemente nuestro estado de salud.

Insomnio
El insomnio condiciona nuestra salud

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), el 40% de la población mundial padece de problemas del sueño en mayor o menor grado, lo cual conlleva a desequilibrios tanto fisiológicos como psíquicos.

Este trastorno abarca desde las dificultades para conciliar el sueño o para mantenerlo durante toda la noche, hasta la incapacidad para seguir durmiendo a primera hora de la madrugada, pasando por la imposibilidad de disfrutar de un sueño profundo y reparador.

Causas de Insomnio

Las más reconocidas:

Situaciones emocionales: tristeza, ansiedad, preocupación, angustia, rabia y miedo

La tristeza influye sobre nuestro sueño

Medicas: se relacionan a problemas físicos que perjudican el sueño ya que por lo general los dolores y molestias que se perciben, resultan incompatibles con la relajación previa que se necesita para dormir.

Ambientales: ruidos, dispositivos electrónicos que se utilizan en horas de la noche o tener una luz muy intensa en la habitación.

El uso del celular antes de dormir perturba el sueño

Hábitos: incluyen una mala alimentación, por lo general las cenas muy pesadas y muy cercanas a la hora de dormir influyen sobre la calidad del sueño, así como los horarios de ejercicios nocturnos, los trabajos por turnos y viajes frecuentes.

Sustancias estimulantes: café, refrescos y chocolate.

De naturaleza energética:

El hecho de dormir implica que la conciencia abandona la parte externa del cuerpo para recogerse en su interior, en su eje, conocido por la medicina oriental como canal central. Este se extiende desde la coronilla hasta el perineo atravesando todo el organismo.

Al dormir la conciencia se desconecta de nuestro cuerpo

Alrededor y a lo largo del canal central, se encuentran los centros chakras, los cuales distribuyen la energía a lo largo de los meridianos, órganos y tejidos del cuerpo.

El canal central es el que se ocupa de absorber la energía necesaria para dormir y recuperarnos. Si se presentan dificultades en el proceso de absorción de energía, no será posible conciliar un buen sueño.

Si existen problemas en el hígado debido a contenciones emocionales, la energia no logra fluir libremente para acceder al canal central y es cuando este tipo de insomnio se acompaña a pensamientos obsesivos, estado emocional alterado, asuntos conflictivos irresueltos. Este trastorno del sueño es el que nos pone a pensar continuamente toda la noche.

Pensamientos obsesivos

En estos casos basta con resolver la situación que nos mantiene en tensión, y se recobra nuevamente el sueño.

Otro desequilibrio bastante común es el exceso de calor en el corazón y los pulmones. Por lo general cuando gozamos de un buen estado de salud, la zona superior del cuerpo se mantiene un poco mas fresca con respecto a la zona inferior.

Para entender mejor lo que sucede en términos de temperaturas, en condiciones normales el calor del fuego interno sube y se mezcla con el frescor descendiente de la parte superior del cuerpo. Cuando se instaura el frio interno en el abdomen bien sea por digestiones pobres, cansancio o distensión abdominal, se puede acompañar de calor en la zona del corazón y pulmón, lo cual genera ansiedad, tendencia al insomnio y agitación mental.

Muchas veces este exceso de calor en el corazón tiene que ver con un exceso de fuego en el estómago asociado a problemas de acidez, sed o hambre.

Otra causa de insomnio se relaciona con la deficiencia de sangre y fluidos en el corazón o el pulmón. En este caso el corazón también padece un exceso de calor, pero este no es el resultado del fuego que asciende desde el hígado o el estómago sino de la falta de fluido que se ocupa de refrescarlo. Esto causa dificultad para conciliar el sueño o hace que uno se despierte varias veces durante la noche, ya que el sueño se vuelve muy superficial.

Consecuencias del insomnio

Falta de concentración y una reducción de la capacidad cognitiva.

La falta de concentración

Cansancio y poca energía para el cumplimiento de las actividades cotidianas.

El sistema inmunológico se ve comprometido ya que es durante las horas de sueño que aprovecha para regenerarse, lo que permite combatir eventuales virus, gérmenes o toxinas presentes en nuestro organismo.

Nos conduce a pérdida de memoria gradual ya que es durante la fase REM del sueño donde se fortalecen las conexiones neuronales.

Nuestro organismo no podrá desintoxicarse ya que es en este momento donde se ponen en marcha los procesos de depuración.

Problemas con el peso ya que la falta de sueño hace que las células grasas liberen menos leptina que es la hormona supresora del apetito mientras que promueve la liberación de la grelina que es la hormona del apetito. Esto explica el por que cuando dormimos muy poco, sentimos mucha hambre.

Problemas de sobrepeso

Tendencia depresiva e irritabilidad ya que el cuerpo no logra relajarse y al estar bajo un estado de tensión o estrés, se liberarán hormonas como adrenalina y cortisol en vez de melanina y serotonina que están relacionadas con la tranquilidad.

Predispone a trastornos estomacales, estreñimiento y baja tolerancia al estrés.

Se dificulta la formación de masa muscular y la quema de grasa. Es durante el sueño que se regeneran nuestros músculos ya que en ese lapso de tiempo se liberan hormonas involucradas en este proceso como la testosterona y la hormona de crecimiento. Por eso una regla básica para quien entrena y desea resultados es la de dormir lo suficiente.

Tratamiento para el insomnio

Lo primero que debemos hacer es olvidarnos del uso de medicamentos ya que solo crean dependencia y no resuelven el problema de forma definitiva.

Es importante establecer una rutina para el sueño, respetando los horarios para acostarse y relajarse previamente.

Hay quienes tienen como rutina realizar estiramientos y posturas que favorecen el sueño

No tomar mucha agua sobre todo después de las 6 o 7 de la noche para evitar levantarnos durante la madrugada.

Crear un ambiente relajado puede ayudarnos a conciliar el sueño, esto lo podemos lograr manteniendo nuestra habitación fresca, usando una luz tenue y evitando cualquier ruido molesto.

Se puede optar por un buen baño relajante antes de dormir para descargar las tensiones del dia.

Baño relajante

Usar técnicas de relajación como la meditación.

Es importante desconectarse del trabajo en las noches si sabemos que se acerca la hora de dormir y dejar a un lado los dispositivos electrónicos.

Evitar realizar actividad física poco antes de dormir.

Se aconseja hacer una cena ligera y no muy cercana a la hora de dormir

La cena debe ser ligera

Considerando el tema de alimentación es importante evitar comidas muy condimentadas, carnes, picante, ajo crudo y también es necesario prescindir de sustancias estimulantes como café, alcohol y chocolate.

Ayudan a refrescar nuestro plexo cardiaco las bayas rojas, fresas, moras y arándanos que además contienen muy poca fructosa.

Incorporar a diario legumbres, verduras frescas y jugos verdes.

Jugos verdes

Cuando el insomnio se trata con una dieta adecuada, la energía se canaliza hacia abajo y nutre la sangre y fluidos del corazón.

Otra solución que podemos tomar es la terapia con flores de Bach que permite trabajar nuestras emociones y estabilizarlas.

Ya que se cuenta con toda esta información, es oportuno reflexionar sobre la posibilidad de mejorar cambiando nuestros hábitos y permitiéndonos ser más cuidadosos con nuestro sueño, ya que condiciona nuestra calidad de vida.

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