Falsos delgados u obesidad normo peso. ¿Perteneces a esta categoría?

Cuando hablamos de falsos delgados u obesidad normo peso, me refiero a esa categoría de personas que aparentemente lucen delgadas pero que no cumplen con un estilo de vida saludable. Por lo general tienden a tener malos hábitos alimenticios y son sedentarios, no buscan hacer deporte porque se ven bien así y creen no tener esa necesidad.

Lo cierto es que nuestra sociedad ha basado el concepto de belleza y salud sobre el peso de la persona, mientras más delgada, más exitosa y afortunada sin considerar que una condición como esta puede estar escondiendo a nivel fisiológico ciertos problemas que son típicos de una persona que está en sobrepeso o que inclusive ya ha alcanzado los niveles de obesidad.

Lo que a primer impacto nos asombra de estas personas es que comen sin parar alimentos por lo general poco nutritivos y no engordan, vemos que permanecen siempre iguales y lucen bien. Es común etiquetarlas como personas con suerte y muchas veces desearíamos ser así, pero la verdad es que esta no es una situación privilegiada ya que sin saberlo su organismo puede estar padeciendo de alteraciones alarmantes las cuales se traducirán en niveles de colesterol y triglicéridos altos, hipertensión, problemas cardiovasculares, diabetes, desequilibrios hormonales, etc.

A diferencia de la obesidad la cual se reconoce a simple vista, el falso delgado difícilmente viene diagnosticado por falta de elementos clínicos evidentes.

Se estima que existe entre un 20 o 30 % de la población mundial que está sujeta a riesgo de síndrome metabólico sin ser diagnosticado y esto constituye una situación de alto riesgo.

¿Qué caracteriza a un falso delgado?

El primer elemento que caracteriza a estas personas es el de no acumular grasa visible, pero si de almacenarla internamente es decir alrededor de los órganos y vísceras como por ejemplo en el hígado, páncreas e inclusive el corazón. Esta grasa visceral resulta ser más peligrosa que la que está presente debajo de la piel y la cual se conoce también como grasa periférica debido a que al recubrir los órganos internos, envía señales químicas alteradas las cuales desestabilizan el equilibrio hormonal afectando así nuestro estado de ánimo, lucidez mental e inclusive la fertilidad.

Otro punto importante es que la grasa viene metabolizada en el hígado el cual la transforma en colesterol malo o LDL y este al entrar en contacto con el torrente sanguíneo ira a obstruir y endurecer las arterias dando origen a consecuencias críticas sobre nuestra salud. 

No se trata del peso sino de la composición corporal

Para los falsos delgados, así como para muchas personas el mejor indicador de salud es el peso, basta respetar la relación estatura y peso corporal para decir que estamos en la norma. Este concepto está muy alejado de la realidad porque el peso puede englobar muchas cosas (masa muscular, masa grasa, agua, huesos) es decir no me da una referencia específica de la composición corporal. Lo ideal es poder reducir el porcentaje de grasa y aumentar la masa muscular para establecer un balance mas saludable.  

Es importante precisar que la masa muscular representa un tejido metabólicamente activo que no solo permitirá mantener a raya los niveles de grasa sino también es fundamental para garantizarnos una mejor calidad de vida.

¿Cómo un falso delgado puede eliminar grasa visceral?

Teniendo en cuenta que los factores responsables de esta condición están representados por los malos hábitos alimenticios, la falta de ejercicio, el estrés y la carencia de sueño, es allí en donde se tendrá que trabajar para poder recobrar un aspecto mas saludable.

En cuanto a la alimentación como les dije anteriormente, estas personas suelen darse muchos lujos con comidas altamente calóricas y poco nutritivas, por ende, será necesario reestructurar su dieta incorporando macronutrientes de calidad y más vitaminas, minerales, antioxidantes.  Regularizar los horarios de las ingestas para evitar atracones innecesarios y permitir que el organismo trabaje de manera mas eficiente.

Es importante eliminar los alimentos procesados, refinados, azucares y grasas saturadas los cuales son inflamatorios y perjudiciales para nuestra salud

El ejercicio físico es un gran aliado a la hora de querer reducir los niveles de grasa corporal. Se puede optar por ejercicio aeróbico estándar como caminar a buen paso, trotar, ir en bicicleta, bailar, o también incorporar aeróbicos con intervalos como sprint de carrera, sentadillas con saltos, burpees, etc los cuales son excelentes cuando tenemos poco tiempo a disposición y necesitamos que nuestra actividad física sea efectiva en poco tiempo, de echo serán suficientes 20 minutos para conseguir quemar calorías y oxidar grasa también en las horas sucesivas al entrenamiento.

Los ejercicios de musculación van de la mano con la parte aeróbica, les recuerdo que formar masa muscular nos permitirá tener un metabolismo más activo y eficiente a la hora de reducir los niveles de grasa corporal. Mientras más avanzamos con la edad, la masa muscular se reduce y este evento se acompaña de una serie de factores que no son tan favorables para nuestro organismo, por lo tanto, hay que mantenerse activos y dinámicos.

El factor estrés también influye notablemente en la acumulación de grasa. Resulta que bajo situaciones de estrés nuestro cuerpo percibe que existe una amenaza y envía señales a las glándulas suprarrenales para que segreguen cortisol y catecolaminas.

El cortisol también conocido como la hormona del estrés hace que nuestro organismo se ponga en estado de alerta cuando es activado a corto plazo, lo cual es positivo para nuestra supervivencia, pero si se mantiene presente por largo plazo, el cortisol podrá movilizar los depósitos de grasa acumulados en el cuerpo para reubicarlos a nivel abdominal, constituyendo así una reserva energética.

Y para finalizar entre los factores más sobresalientes en el proceso de acumulación de grasa tenemos la falta de sueño. Dormir pocas horas altera nuestro biorritmo interno y el funcionamiento de ciertas hormonas que inciden sobre nuestro peso corporal, una de ella es la leptina la cual regula el apetito y es un indicador de saciedad y la otra hormona es la grelina la cual tiene como función estimular el apetito. Cuando nuestro sueño no es de calidad y padecemos de insomnio, los niveles de leptina disminuyen mientras que los niveles de grelina aumentan, lo cual se traduce en un aumento sustancial del apetito y ansiedad por comer productos procesados y dulces que son de rápido alcance, pero no nos satisfacen desde un punto de vista nutricional. De aquí comienzan los desajustes en el peso y la composición corporal, condiciones que nos llevan inmediatamente a acumular grasa y a tener sobrepeso.

En resumen, es importante prestar atención a nuestros hábitos de vida, no dejarnos engañar por las apariencias ya que no siempre lo que se ve corresponde a un buen estado de salud. Les recuerdo que no es el peso lo que cuenta sino la composición corporal acompañada por un estilo de vida saludable.

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