El azúcar como principal precursor de enfermedades
El azúcar es una sustancia con efecto adictivo, muy comercializada y presente en la vida de muchas personas. Se caracteriza por no aportar nutrientes, solo calorías vacías y por ser de fácil absorción por parte del organismo, cosa que resulta poco saludable ya que aumenta los niveles de glucosa en sangre, no nos aporta saciedad y desencadena una ansiedad de consumo continuo.
Hoy en día se ha desarrollado una dependencia al azúcar primero porque se ha considerado como una sustancia de efecto recompensa y por lo tanto se nos ha educado a: “si lo haces bien, tendrás tu premio que será un helado o un postre” y lo otro se debe a la publicidad engañosa sobre cierto tipo de productos que son atractivos a la vista y poco saludables.
Lo cierto es que hemos desacostumbrado a nuestro paladar el sabor dulce propio de los alimentos como en el caso de los carbohidratos complejos que además aportan nutrientes y favorecen a nuestro organismo.
Lo que nos lleva a ingerir azúcar
El estrés ya que aumenta los niveles de cortisol, hormona que actúa como neurotransmisor en nuestro cerebro causando un incremento del azúcar en sangre y de allí la necesidad de recurrir al consumo de dulces.
No dormir bien ya que esto desequilibra la normal función de las hormonas que regulan el hambre y la saciedad e instaura una ansiedad a la cual es difícil decir basta.
Las carencias nutricionales asociadas a dietas restrictivas
Estar cansado ya que el dulce al principio nos activa y es una forma para mantenernos despiertos, esto explicaría los antojos que surgen a media tarde.
Desequilibrios emocionales como ansiedad, tristeza o incertidumbre. La ingesta de dulce hace que aumenten los niveles de dopamina en el cerebro, generando bienestar y creando la necesidad de tener que repetir esa conducta. En practica el dulce en este caso, representa un ansiolítico que modula estos desbalances energéticos.
Efectos del azúcar sobre nuestro organismo
Cuando el consumo de azúcar se vuelve constante y frecuente en nuestra alimentacion, puede claramente descompensarnos ya que la tendencia es la de incorporarlo cada vez más en nuestra dieta.
Inicialmente sentimos una sensación de satisfacción y autocomplacencia que luego culmina con un estado de ansiedad, inestabilidad e insatisfacción por el efecto rebote que provoca la baja de glucemia.
Los síntomas asociados a un consumo frecuente de azúcar tienen que ver con el funcionamiento de la actividad cerebral, siendo este un órgano glucodependiente y por eso sensible a las variaciones de azúcar en la sangre. En estos casos podemos desarrollar falta de atención y agudeza perceptiva, falta de concentración y problemas con la memoria además de dolores de cabeza, dificultad del sueño e impaciencia.
Sus efectos pueden ser devastadores para nuestra salud si nos excedemos en su consumo.
El azúcar tiene un efecto desmineralizante y acidificante que ocasiona entre otras cosas, caries y deficiencias de calcio en la estructura ósea.
Elimina del organismo el complejo B
Altera la flora intestinal y esto se ha podido observar a través de estudios donde se ha obtenido como resultado que la glucosa y la fructosa alteran el crecimiento de una bacteria presente en grandes cantidades en la flora intestinal.
Aumenta los niveles de glucosa en sangre con riesgos de desarrollar una diabetes de tipo 2
Síndrome metabólico el cual se caracteriza por una condición de resistencia a la insulina y esta vinculado a problemas de sobrepeso, obesidad y falta de actividad física.
Obesidad ya que el azúcar aporta calorías vacías y no nos brinda saciedad, por lo tanto una dieta rica en carbohidratos simples sumada a una vida poco activa, nos llevara sin duda a un aumento exponencial de peso con riesgo de obesidad.
Cáncer
Problemas cardiovasculares
El azúcar en nuestra dieta
El dulce es un sabor tónico y nutritivo necesario para la salud, por eso debe de estar presente en nuestra dieta, pero sin excederse en la ingesta.
En este caso no me refiero al consumo de azúcar refinado y sus derivados sino al consumo de carbohidratos complejos que por naturaleza aportan este sabor y son altamente nutritivos y energizantes para nuestro organismo.
El problema que tenemos hoy en día es que asociamos automáticamente el sabor dulce con los carbohidratos simples donde incluimos la glucosa, galactosa, fructosa, sacarosa, sorbitol, lactosa, entre otros y los cuales no nos aportan nutrientes sino calorías vacías.
En el caso de la fructosa presente en la fruta y la miel, se caracteriza por ser absorbida en el intestino y pasar por el hígado donde se metaboliza rápidamente a glucosa. Puede causar un aumento de la presión arterial, del ácido úrico, del colesterol malo y de los triglicéridos en sangre. A nivel comercial la encontramos en golosinas, productos procesados, zumos industriales y bebidas carbonatadas. Cabe destacar que no podemos abusar de la misma y está contraindicada para las personas diabéticas.
Cuando nos referimos a la miel pura y sólida, proveniente exclusivamente de panales de abejas silvestres y que no ha sufrido tratamientos de ningún tipo, es en pequeñas cantidades una buena medicina. El problema surge cuando esta viene manipulada por los comercios por lo que ya no es una miel de flores, sino que en gran parte se trata de miel de azúcar y esto con la finalidad de agilizar su producción. Por lo tanto será una miel despojada de sus efectos medicinales y provista más bien de los efectos indeseables del azúcar.
La lactosa es el azúcar típico de la leche y los productos lácteos, pero también puede estar presente en otros alimentos. Bajo esta circunstancia es importante no excederse en su consumo ya que estos productos pueden causarnos inflamación y más si existe de por medio una intolerancia
La sacarosa o azúcar común se encuentra en la naturaleza en un 20% del peso en la caña de azúcar y en un 15% del peso en la remolacha azucarera de la que se obtiene el azúcar de mesa. Representa la base de los postres y de muchas bebidas comerciales, pero también está presente en la zanahoria, maíz, remolacha, tomate, entre otros.
En cuanto a los edulcorantes, se utilizan como sustitutos del azúcar ya que contienen un fuerte poder endulzante, pero debemos prestar atención al origen artificial de estas sustancias y sus efectos sobre nuestro organismo. El aspartamo ya ha sido objeto de varios estudios y se ha confirmado ser neurotóxico y otros edulcorantes como el alcohol de azúcar el cual está presente en muchos productos sugar free, puede elevar el azúcar en sangre aunque en menor magnitud con respecto al azúcar tradicional, pero su consumo constante tampoco es recomendado. Algunos de estos edulcorantes están representados por el eritrytol , maltitol y sorbitol.
La raíz de stevia un sustituto del azúcar natural, venia utilizado en la antigüedad con fines terapéuticos por sus propiedades antioxidante, antiinflamatorias, antimicrobianas, entre otras y actualmente se comercializa para hacer que ciertos preparados sean más saludables sin necesidad de usar azúcar o edulcorantes artificiales.
Lo ideal sería incorporar en nuestra dieta, alimentos con sabor dulce natural y que nos proporcionen nutrientes como en el caso de los carbohidratos complejos, semillas y legumbres y utilizar como sustancia para endulzar un té o una taza de café la stevia, ya que resulta ser un extracto natural que no alterara nuestro equilibrio biológico y al mismo tiempo nos complace en mantener un sabor agradable al paladar.
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