Los riñones y sus desajustes relacionados con las emociones y la comida
Los riñones son órganos vitales para nuestro organismo y su correcto funcionamiento está condicionado tanto por las emociones como por los alimentos que ingerimos.
Básicamente su función es la de eliminar desechos y excesos de líquido del cuerpo, promover el equilibrio entre agua, sales y minerales como el sodio, fosforo, potasio y calcio, además de eliminar el ácido que producen las células del cuerpo.
Por su ubicación, energéticamente se conectan con nuestro primer chakra el cual está relacionado con el instinto de supervivencia, la seguridad, las necesidades básicas (familia, hogar, dinero, pareja, trabajo) y la conexión con el mundo y por otro lado también se relacionan con el segundo chakra que maneja la energía sexual, las relaciones, las emociones y la creatividad.
Los riñones bajo el contexto energético
Estos órganos al conectarse con el primer chakra, son muy susceptible al miedo, esa emoción que puede impedirnos obtener la estabilidad que tanto necesita satisfacer este primer centro energético. El miedo paraliza, bloquea la energía renal y si es repentino, nos lleva inmediatamente a evacuar, a liberarnos de ese algo que nos afecta y al relacionarse también con el segundo chakra, controlan los líquidos del cuerpo y las secreciones hormonales.
El elemento que representa al riñón es el agua que por su función se puede explicar a través de su proceso de depuración de líquidos, pero también rige nuestras emociones. Cuando los riñones se encuentran en buen estado, la persona tiene más fuerza de voluntad, mas autoestima, vitalidad, por el contrario, en caso de desequilibrios se puede revelar exceso de miedo, fobias, timidez, inseguridad, falta de autoestima y voluntad.
Según la medicina oriental este órgano protagoniza la estación invernal y es durante esta época que resulta ser más sensible, por lo tanto debemos garantizarle protección.
Los riñones son ese contenedor donde reside nuestra esencia de vida, de hecho, existen 2 esencias vitales: la esencia prenatal y la esencia postnatal. La primera viene de nuestros padres y ancestros, es nuestro código genético, representa nuestro capital vital y se almacena básicamente en los riñones (es esa herencia que debemos saber administrar) y la segunda está vinculada al estilo de vida que llevamos incluyendo lo que comemos, nuestra digestión y asimilación de los alimentos, así como el descanso y niveles de estrés.
Cabe destacar que es fundamental trabajar a favor de la esencia postnatal para cuidar la prenatal y evitar un desgaste excesivo de energía. Sobre esta podemos influir mejorando nuestros hábitos y reforzando nuestra constitución.
Los riñones y los miedos
Los riñones se consideran la raíz de la vida, no es casualidad que durante la infancia comienzan a evidenciarse muchos miedos que no tienen por qué corresponder a un rasgo genético o de la personalidad, el origen es la debilidad en algunos tejidos corporales en especial de la zona renal, de las glándulas suprarrenales y de la zona lumbar y reconduciéndonos hacia el pasado, estos órganos son quienes gestionan nuestra esencia, controlan la reproducción, el crecimiento y el desarrollo.
La debilidad en todo este eje surge en forma de miedo y problemas asociados a la zona lumbar. Las causas de este desajuste pueden ser:
El frio y el abuso de azucares, frutas, lácteos y líquidos como zumos, refrescos y alimentos de naturaleza fría.
El desgaste de la estructura orgánica por trabajo intenso, falta de sueño, drogas, demasiado sexo y consumo de alcohol.
Cuando se percibe un agotamiento de la energía del riñón, esta suele manifestarse con debilidad lumbar o a nivel de las rodillas, asma, aumento de la micción, retención de líquidos, heces blandas y una reducción de la libido.
Los riñones y la alimentación
Fuentes beneficiosas para potenciar la actividad y vitalidad del riñón se encuentran prevalentemente en alimentos de color oscuro y de naturaleza caliente, excluimos los alimentos enlatados e industrializados y también el exceso de sal.
A propósito de la sal, en la medicina tradicional oriental se ha catalogado lo salado como aquel sabor que puede tonificar la energía de este órgano, pero es importante que esté presente en la justa medida, no al exceso, pero tampoco a la ausencia. Fuentes naturales provienen de las algas, miso, sardinas, mijo, huevos y pescado blanco.
También nos podemos apoyar sobre otros alimentos y especias como: clavo de olor, canela, nueces, almendras, jengibre, frijoles negros, arroz integral, ajo, cebolla, cebollín, cúrcuma, pimienta negra, semillas de chía, arándanos, moras, lentejas, hinojo, batata, salmón, trucha, pollo, y café.
Beber líquidos con moderación, tibios o calientes.
Tomar ashwagandha, una hierba ayurvedica india que tonifica la energía del riñón y lo regenera
En cuanto a lo que hay que evitar:
Las bebidas muy frías, las ensaladas y exceso de fruta sobre todo durante la época de invierno
No beber en exceso
Evitar los picantes calientes como el curry, la cayena, así como el alcohol porque pueden secar nuestros fluidos y provocar ansiedad que es hermana del miedo.
Es importante mejorar la calidad de nuestro sueño
La posición horizontal ayuda a recargar la energía de los riñones
Evitar estar mucho tiempo de pie.
Moderar las relaciones sexuales y la perdida excesiva de fluidos seminales en el hombre
Evitar los esfuerzos exhaustivos en el deporte o el trabajo.
Comprendiendo en profundidad que somos energía , es importante entender que ella puede manifestarse en nuestro cuerpo físico de distintas formas, es por ello que al preservar nuestra esencia y contribuir a mejorar nuestros hábitos, estamos asegurando un equilibrio interno que se traduce en términos de bienestar integral.
Para asesorías y consultas , puedes contactarme desde mi Sitio Web:
