Alimentos ácidos y alcalinos y su impacto sobre el organismo
Los alimentos ácidos y alcalinos generan una respuesta diferente sobre nuestro organismo. Para aclarar esta clasificación, les diré que los alimentos alcalinos tienden a aportar electrones al organismo, mientras que los ácidos tienden a robarlos.
Los tejidos al igual que la sangre, deben tener un pH ligeramente alcalino para compensar la acidez o la perdida de electrones que causan las funciones vitales, la actividad física diaria y el estrés.
Para entender nuestra biología, es necesario tener conocimiento sobre lo que es el pH y de qué forma podemos contribuir para el mantenimiento de un estado de equilibrio que nos garantice salud.
El pH es una medida que determina la concentración de hidrogeniones, es decir iones formados a partir del hidrogeno natural de un líquido, para determinar su grado de alcalinidad o de acidez.
El valor puede oscilar entre 0 y 14 y se define que un medio es acido cuando tiene un pH entre 0 y un poco menos de 7, que un medio es alcalino cuando el pH esta entre un poco más de 7 y 14 y neutro cuando está en equilibrio, es decir en 7
Queda puntualizar que el pH asume diferentes valores en el cuerpo según el fluido del cual se trate. Por ejemplo, en el caso de la saliva puede oscilar entre (6,5 y 7,5), en los jugos gástricos es más acido (1,5 a 4) mientras que en el interior del intestino grueso es más alcalino (7,9 y 8,5) y en el caso de la sangre la brecha es más pequeña entre (7,35 y 7,45), en este caso cualquier variación puede afectar a nuestro organismo.
Dicho esto, es importante decir que nuestro cuerpo se enferma con facilidad cuando existe un desbalance interno. Actualmente somos más susceptibles ante cualquier patología a pesar del gran desarrollo de la industria farmacéutica y de la tecnología, porque en realidad nos hemos alejado del manejo de herramientas claves y sencillas como son la alimentación, el control del estrés y un estilo de vida tranquilo.
Antiguamente las personas tenían una mejor calidad de vida porque se apuntaba hacia los alimentos más naturales que por cierto eran de mejor calidad, no sujetos a contaminación por parte de fertilizantes y por lo tanto se utilizaba el alimento como recurso de prevención y de sanación.
Hoy en día la tendencia es la de consumir alimentos más procesados, azúcar, grasas, etc, que acidifican la sangre, así como los hábitos de vida acelerados y estresantes, por lo tanto, el organismo lucha por mantener un pH adecuado que impida la degeneración celular, así como la dificultad para absorber los nutrientes.
Los alimentos son en gran parte responsables del mantenimiento de este equilibrio y de consecuencia son determinantes en nuestro estado de salud.
Desde un punto de vista dietético, los alimentos se clasifican en acidos y alcalinos según los efectos que producen en el cuerpo, independientemente de su naturaleza. Por ejemplo, el limón aun siendo un alimento de naturaleza acida, se comporta de forma alcalina una vez que viene metabolizado y el azúcar contrariamente se comporta como sustancia acidificante.
Lo que acidifica nuestra sangre
Los alimentos: carnes rojas y blancas, lácteos, embutidos, enlatados, productos procesados, alimentos refinados, azúcar, edulcorantes, legumbres, grasas saturadas, fructosa, alcohol, café, sodas y refrescos
El estrés ya que conlleva a que las glándulas suprarrenales liberen catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que producen residuos metabólicos ácidos.
Los procesos inflamatorios
Los medicamentos
El exceso de actividad física, especialmente anaeróbico o con insuficiente aporte de oxígeno, ya que puede producir la acumulación de sustancias acidas como el ácido láctico y el dióxido de carbono.
La insuficiente hidratación puesto que dificulta la eliminación de los ácidos a través de la orina o del sudor.
Respirar aire contaminado ya que introducimos tóxicos a nuestro cuerpo
Lo que debemos hacer para alcalinizar la sangre
Reducir el consumo de alimentos acidificantes
Incorporar alimentos alcalinos: vegetales, algas, limón, especias, te de hierbas, semillas, frutos secos, sal marina, cereales como amaranto y quínoa, mijo, tubérculos, plátano maduro, aguacate, frutas con poca fructosa como fresas, moras, arándanos, kiwi, o muy hidratantes como la sandía.
Quiero precisar que, en el caso de la fruta, solo alcaliniza cuando uno lleva una dieta muy acidificante, en ese caso los residuos de la fruta pueden combatir el exceso de acidificación. Pero si nuestra dieta no es rica en proteína animal o lácteos, por ejemplo, la fruta ejerce un efecto acidificante, esto porque es rica en sacarosa cuya metabolización requiere dispendio de vitaminas y minerales que muchas veces la fruta no logra aportarnos porque la parte más rica en estos micronutrientes se encuentra en la piel que normalmente se desecha porque es donde incide el uso de pesticidas y plaguicidas.
Hidratarnos para fomentar la eliminación de la acidez y de toxinas acumuladas
Masticar bien la comida ya que esto carga de energía a los alimentos y los mezcla con saliva
Respirar aire puro ya que nos permite oxigenarnos y recargarnos de energía
Ejercitarse de forma moderada sin excederse en el tiempo y la intensidad
Cabe destacar que ninguno de los dos extremos es bueno, sin embargo, debemos tratar de que el pH de la sangre sea siempre un poco más alcalino porque es el ambiente propicio para que las células reciban oxígeno, vitaminas, minerales y enzimas que son nutrientes indispensables para nuestro organismo.
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